miércoles, 9 de marzo de 2016

EJERCICIOS ESPIRITUALES ZONA OCCIDENTE DEL 25 AL 30 DE ENERO 2016



Los Ejercicios Espirituales es para nuestra zona  una mediación para fortalecer la identidad y espiritualidad en nuestro personal (directivos, coordinadores, docentes, administrativos y obreros). Desde la zona y en los centros se promueve y se gestiona hacer vida esta mediación.
En el Zulia ofrecemos como zona tres tandas de Ejercicios Espirituales distribuidas en el año. Del 25 al 30 de enero de este año se llevó a cabo una tanda en la Casa de Predicación El Valle Estado Mérida a los que asistieron: 19 Coordinadores, 3 directores, 1 docente y 3 facilitadores de CECAL.
Fue una experiencia de entrar en silencio,  comprenderse como persona amada por Dios es toda una odisea fascinante, contemplar la acción de Dios en cada una de estas personas, como se esmeraban en mantener un clima de silencio, de encuentro personal fue maravilloso.
El ambiente de la casa fue un regalo que supimos apreciar y aprovechar al máximo, cada rincón de la misma nos invitaba al silencio habitado, la naturaleza te acompaña, te arropa, te acoge, te brinda toda una gama de posibilidades para desarrollar nuestros sentidos.

El facilitador de esta experiencia el P. Goyo Terán expuso sus temas para propiciar el encuentro, la confrontación, las sensaciones para poder buscar lo que Dios quiere para la vida de cada uno de nosotros. San Ignacio propone los Ejercicios para ordenar nuestra vida, estamos convencidos que pudimos ordenar nuestra vida en función de lo que Dios quiere.
Temas trabajados en los Ejercicios Espirituales:
I)             Buscar a Dios en la quietud
II)            Llamados a la causa del Reino de Dios
III)           Actuación Compasiva
IV)          El gusto Espiritual de ser pueblo
V)           Entrar en la lógica de la desmesura
VI)          La Inercia.
VII)         Alegría del evangelio

A continuación algunos testimonios de la experiencia vivida por:

JAVIER PARRA  (Psicopedagogo)
 FyA SAN JUAN BOSCO

Mi formación cristiana católica viene de la Renovación Carismática y del servicio juvenil Jovenmision, de tal manera que mi forma de comunicarme con Dios siempre había sido ruidosa y pocas veces en silencio. En los ejercicios ignacianos vividos en Mérida en el mes de enero pude revisar y reflexionar en varias cosas.
La primera de ellas, es que para orar no hace falta hablar tanto, siempre es necesario oír la voz de Dios en el silencio, no correr, hacer pausas para estos encuentros íntimos con el Señor. La segunda, reflexione mucho sobre mi vida familiar y como la tecnología- específicamente el uso del teléfono celular Android- me estaban alejando de mi esposa e hijo y no les estaba prestando la atención que ellos necesitan y merecen. Así que, al llegar a casa después del retiro, tome la decisión de vender mi teléfono y comprar uno nada sofisticado para evitar seguir en el error en el que me encontraba. Fue una decisión difícil, de desprendimiento, pero Dios me ayudo y mi esposa está feliz. Doy gracias a Dios por estos retiros que nos ofrecen desde Fe y Alegría.
PAZ Y BIEN



Katy Bohórquez
Coordinadora de Pastoral
FyA Ignacio Huarte

El día lunes 25 de enero salimos con mucha alegría a encontrarnos desde lo íntimo con el Dios de la vida. Pudiera decir, que la llegada a Mérida resultó una bonita causalidad, ya que por equivocación nos bajamos de noche en la casa de retiro que no era; ya se me hacía extraña la espera y la falta de alguna religiosa que nos diera la bienvenida.  Resuelta la incógnita partimos caminando con nuestras maletas, almohadas, bolsos, etc, a la casa de las religiosas Dominicas de Santa Rosa De Lima.
Mientras subíamos a oscuras, ya empezaba los Ejercicios, dándole gracias a Dios por hacerse presente en los detalles, en las pequeñas cosas, en las eventualidades, en las equivocaciones, lo oscuro, el frío, en la alegría y hasta en las dificultades “de algunos”, para la subida, allí se sentía su presencia cercana y amorosa, desde las distintas formas que tiene de manifestarse.
Agradezco las instrucciones de nuestro director de Ejercicios, al padre José Gregorio Terán, (Goyo), por brindarnos las herramientas necesarias para hacer posible la revisión profunda de todos los ámbitos de la vida.  A partir del Salmo 122, sentí la alegría de estar en la CASA DEL SEÑOR, esa casa que ha sido mi casa materna y paterna, allí repasé mi historia, contemplé los rostros de cada uno de mis familiares, en especial, mis padres y hermanos; agradecí los momentos compartidos, hasta las separaciones, llantos, rupturas. Con el Salmo 138, agradecí a Dios su paciencia, los momentos en los que sentí vergüenza de mi vida y en algún momento me escondí; pero, no hay ningún rincón donde pueda esconderme donde mi Dios amoroso no me encuentre para sacarme y abrazarme. Este primer día, agradecía la LLAMADA, las personas que me ha puesto en el camino, los aciertos y desaciertos, los hallazgos, las búsquedas, los éxitos y fracasos, los dolores y las alegrías.
Una de las experiencias más significativas es la de sentirme aún LLAMADA por Dios, y cada año es una bonita oportunidad para recordarlo. En la historia de mi LLAMADA, así como la de Pedro, Juan y Santiago, pescadores, Jesús me llamó desde muy niña, siendo una adolescente, tuve la Gracia de contar con un terreno abonado por mis tías Adriana y Xiomara, por mi abuela Aidé, por el colegio Javier, por las hermanas Esclavas de Cristo Rey, la CVX y por algunos Jesuitas, en ellos, Jesús VIVO, se manifestó para invitarme a SEGUIRLE. Y es así como nuevamente agradecida en pura donación viví consagrada por diez años  siendo religiosa de la Congregación Hermanas del Ángel de la Guarda.
Pudiera decirse que este repaso por la historia, la llamada, la vocación, la misión, a la que se nos invita en los Ejercicios Espirituales, nos lleva nuevamente a centrarnos en el aquí y el ahora y preguntarnos por el OTRO, por el PROJIMO; ACTUAR COMO EL SAMARITANO, descubrir en el día a día, en estos tiempos difíciles, en el trabajo, en el hogar, una Mirada compasiva, que nos lleva con nuestros gestos e iniciativas a descubrirnos capaces de darnos como lo hizo Jesús.

No es fácil resumir una experiencia de Ejercicios Espirituales, porque no se puede medir, ni contar, simplemente se VIVE, se renueva el corazón, se renueva la esperanza, se afianza la desmesura de Jesús, se impregna y se contagia. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario